miércoles, 7 de septiembre de 2011

Este sustico que me anuncia algo...
es como un presentimiento

Tengo un presentimiento. Es una sensación justo aquí en la boca del estómago que me dice que algo muy malo va a pasar. ¡Ay Dios mío, protege a Perucho que se la pasa llevando y trayendo gente extraña en ese taxi! Ojalá y no sea nada grave lo que va a ocurrir… tengo como ganas de llorar… ay mi Dios... ¿Por qué? ¡Hay que pensar en otra cosa!... El recibo de teléfono, me toca pagar el recibo de teléfono que se venció ayer. Pero me parece que el pobre Perucho no tiene los reales completos. Con esa llamadera que mi hijo tiene al celular de la novia, llegó un cuentón que jamás había visto en la casa de una familia decente. Dígame, más de trescientos bolívares ¡Cuándo Dios mío! Si yo me acuerdo que alguna vez llegué a pagar veinticuatro nada más por ese servicio que, dicho sea de paso, va de mal en peor… Lo más triste es que la novia fulana esa con la que anda mi hijo es una bicha. A mi me parece que hasta se droga. Desde que está con ella no estudia y se la pasa en una parranda. Yo confío en la educación que le di a mis hijos, pero mi madre me advirtió siempre que cuando uno se enamora no hay educación que valga. Ya sabemos “que más jala un par de tetas que un carro tirado por bueyes”… por eso debe ser que la novia de mi hijo lo trae loco… Esa mal hablada que se viste de un raro y un feo que da grima. Y a mi me toca andar pendiente de esos dos justo ahora que me tienen que operar la vesícula. Bueno; eso y si consigo cama en el hospital, porque con lo del seguro vencido y el rollo con los hospitales que nunca tienen nada pero se la pasan full  ¡Qué deprimente! ¿Qué puedo hacer? Igual me tengo que operar, ya no puedo esperar…Estos gases y este malestar y esta acidez ¡Nada me cae bien! ¡Todo lo repito! Ya ni el café con leche… Me está doliendo la cabeza. ¿Será que por aquí me quede una pastillita de esas que son tas buenas?... ¡Justo! ¡Yo sabía! La caja vacía, ahora me toca comprarla. Espero que no me la hayan aumentado. Ya con lo que la subieron la última vez es más que suficiente creo yo. Pero ¿A dónde vamos a parar con esta aumentadera de precio? Ayer sin ir muy lejos, compré las pastillas de la tensión de Perucho y ya hoy, cuando fui a buscar otro frasquito para tener por si acaso, y me encuentro con que el frasquito bendito amaneció el doble. Y es que todo el mundo se empató en eso de robar para vivir… “la inflación te dicen" y con ese cuentito te lo meten doblado…En cambio, al bolsa de Perucho le da pena cobrar una carrerita corta cuarenta bolívares… Y yo le repito todos los días: “El aumento de la gasolina, los repuestos, los cauchos Perucho”… Pero es que mi viejo es decente, bueno decente no ¡Bolsa es que es!
Ahí es donde yo digo, una sufriendo y esos políticos gozando un puyero, bueno ¡Qué digo un puyero si las puyas hace rato que no existen!... Será más bien gozando un billonero… Y a propósito de millones y billones ¿Qué pasaría con el carro que le robaron a mi hija el mes pasado? Nunca apareció ¡Y con los sacrificios que le compramos su cacharrito a Lolín! Nada más estábamos esperando un respirito para hacerle su seguro y antes de poder decir “Jesús” se lo roban del estacionamiento ¡Nadie vio nada! ... No y todavía tengo que darle gracias a Dios que ella no estaba ahí, sino capaz y me la matan también…Ahora anda sin carro y yo más nerviosa que un bisteck de lagarto porque dicen que en las camioneticas y en el metro están robando mucho. Yo escucho cada cuento…
¿Y ahora? ¿Esos gritos? ¡Tenía que ser la bendita conserje y la loca de la junta de condominio! ¡No, pero lo que soy yo no pago un mes más de condominio hasta que no arreglen definitivamente el condenado ascensor!  Ya vamos para un año que lo parapetean, una pagando y el armatoste dañándose… Y todavía y encima que cada recibo de esos llega que parece un alquiler en lugar de un condominio.
Y no hay quien le meta la mano a eso porque yo qué sé de administraciones y esas cosas. Sinceramente en este país estamos todos jodidos. No hay quien te proteja y de parte del gobierno lo que nos regalan son impuestos y leyes como arroz. Eso sí, una ley peor que otra…
Y ahora que pienso en impuestos, tengo que ir a la Alcaldía a actualizarle los trimestres al carro de Perucho no vayan a ser que lo multen, y cuando vaya a la Alcaldía me van a escuchar la lengua un ratico. Porque una pagando y que “derecho de frente” ¡Y lo que tengo de frente ahora es un tronco e’paredón! Alguien dio unos permisos que me parecen medio chimbos y empezaron a construir como locos ¡Que hasta la imaginación se la tapiaron a uno!…Pero eso sí. Cada día que pasa se paga más para ver como los semáforos no sirven. Los fiscales se amotinan quince y últimos. Los ladrones y delincuentes a la orden del día. Las aceras hechas un desastre. Un montón de mendigos y pedigüeños que espanta. Yo me supongo que todas estas desgracias tendrán culpables.
Pero… ¿Y los culpables?... Muy bien gracias. El día del juicio final será que se las cobren…
Y ahora que miento cobrar, no va a tardar en pasar el turco a cobrarme la cuota de los tenis de Carlitos ¿Quién me iba a decir a mí que los árabes se harían necesarios otra vez?... No es que en lugar de ir pá lante vamos pá tras…
¡Qué vá! me pongo a limpiar, para distraerme, porque no se me va este presentimiento. Es como una angustia en la boca del estómago. Anoche dormí mal… unas pesadillas terribles…me despierto como con un susto en el pecho… ¿Será que va a temblar?... porque con estos calores… ¡Ni lo quiera Dios! Aquí si tiembla no sé qué puede llegar a pasar… Yo a este edificio no le tengo mucha confianza, yo sé que tiene unas filtraciones terribles por el sótano y los cimientos se pueden dañar. Pero como el edificio de al lado lo van a desalojar para vendérselo a una constructora, al dueño no le interesa arreglar nada. ¡Claro! que se frieguen los demás que tienen sus realitos puestos en estas cuatro paredes. El italiano dueño del edificio de al lado, dice que él lo que tiene ahí es una beneficencia pública. Porque de alquiler le están dando quinientos al mes. Entonces, lógico, el tipo no le arregla nada al edificio. Después veremos a los inquilinos llorando por ahí con pancartas de somos desalojados… queriendo dar lástima… aunque lástima dan… ¿Dónde se van a meter digo yo? ¡Si ahora un rancho mitad bloque mitad cartón te lo cobran como una quinta! Y ya nadie quiere alquilar. No se puede alquilar es como regalarlelo de una a otro. El italiano se fregó, más nunca saca esa gente de allí. Y nos fregamos nosotros porque la filtración se queda hasta que tumbe el muro.
Pensar que hay un gentio colgando en ranchos en esos cerros. Que claro, es el mismo gentio que se pega a los cables de luz y se la roba ¡Y uno pagándole la luz a esos muérganos! Porque yo sé que los recibos de luz nos los aumentan día con día gracias al poco de corriente que ésa pila de gente se roba. ¡Pero te libre Cristo de no pagar un recibo a tiempo para que vean cómo te la cortan sin piedad! Después si quieres luz, tienes que pagar reconexión y ahora la paja esta de las multas. Resulta que tengo que gastar lo mismo que gastaba en el 2009… Esto es una locura… Una todos los meses llega en la punta estirando el dinerito… ¡Son milagros los que hacemos las amas de casa!... Y eso que ya no se gasta en diversiones ni mucho menos ¿Quién va para el cine ahora? Y salir como antes a tomarse una cervecita con el marido de una es impensable. A ver si encima te atracan. Es que estamos casi en un toque de queda…
Esta angustia… ¿Qué podrá ser?… Dan como ganas de llorar… Es eso, como un presentimiento, una opresión justo en la boca del estómago… ¿Qué será lo que va a pasar?... Bueno, gracias a Dios que no todo es malo y a Carlitos le conseguimos cupo en el liceo. Yo temblaba con eso del cupo. ¡Es que no podíamos pagar otro año con los curas! ¿De dónde sacábamos seiscientos bolívares mensuales? Y en ese dinero no van los útiles, la ropa, los zapatos… ¡Es que en este país para criar un hijo como Dios manda, o hay que ser millonario o corrupto!... Porque vamos a estar claros, dos muchachos en el colegio ya son mil doscientos bolívares. Después viene la luz, el teléfono, el gas, el condominio (los que tenemos suerte de no pagar alquiler), los gastos del carro, el mercado… ¡Qué vá!... Siete mil bolívares por lo bajito para vivir más o menos bien ¿Y quién coño gana eso?... Yo tengo espanto ahora cuando se acabe el liceo y empiece la universidad ¿Cómo haremos? Sí es la Central que casi no se paga, ahí están los encapuchados y una vive en zozobra todo el día. Si es la Católica o la Metropolitana ¿Quién puede pagarlas?... Ya falta poco para esa tormenta…
Los hijos de una, hay que encomendarlos a Dios todo el tiempo. Sí que hay peligros para ellos: curas narcotraficantes, muchachitos matones que andan sueltos por ahí, el dengue, la porcina, sádicos, carros que pasan volando llevándose a la gente por delante, drogas, promiscuidad, sida, policías corruptos, maestros que no saben ni leer, hampa, bandas… Mejor será no echarle coco a todo eso… ¡Qué angustia!... ¡No se me quita esta mala vibra ni con el lexotanil! Voy a ver un rato de tele a ver si dejo de sentir este horrible presentimiento… ¿Y eso son comiquitas?... ¡Qué bolas!... ¿Cómo no van a ser agresivos nuestros niños? ¿Dónde se ha visto que semejante barbaridad sea un espectáculo infantil?... ¡Dígame el cielo!... Dios se escupen, se matan y hablan de mierda como un chiste… Y… ¡No puede ser! ¡Sexo promiscuo puro y simple! ¿Ves?... Está una madre de lo más tranquila cocinando creyendo que sus hijos están cuidados en su propia casa y ¡Mira tú lo que están asimilando!... Esto es el fin del mundo… ¡Alguien tiene que ponerle un parado a esto!...¿Cómo permiten?... Voy a cambiar al noticiero, ya es la hora…
¡Pobre gente!... Se les cayó el cerro con la lluvias… mira ese lodazal… ¡Todos los años es la misma cosa!... Llueve ¡Y se muere un gentío! Y otro tanto pierde la casa... ¿Y de quién es la culpa?... del gobierno primero que los deja impunemente talar monte para montar su rancho, del gobierno segundo que no les pone un reparo y cuando se les cae el rancho les permite levantar otro, del gobierno tercero que ve cómo una pila de familias le corren al agua y no ofrecen soluciones y de uno cuarto por dejar al gobierno.
Me da risa cuando le dicen a esa gente que la solución es que se vayan al interior. Pero es que ahí las cosas están peor. Caracas es Caracas y lo demás monte y culebra… ¡No hay nada!...ni colegio…ni hospitales…ni trabajo… ¡Lo que si tienen es mosquitos, jejenes y sarna por montones!...
Mejor leo el periódico un rato para que se me quite esta preocupación y esta angustia ¿Cómo pueden desaparecerse los millones? ¿Pero en que país estamos? Aquí más bien felicitan a los que roban y hacen “guisos”… Yo todavía no he visto un corrupto preso… ¿Hasta cuándo?... Mira esto: “Setenta muertes violentas el fin de semana” ¡Ni en la guerra!...
Hablan de muertes violentas por enfrentamientos bélicos en quién sabe dónde, pero resulta que aquí mismito, un gentío se muere a balazos y navajazos todos los días ¡Y somos un país democrático, libre y feliz!... Dicen estos hijos de su mamá y te dicen: “Ahora Venezuela es de todos” Si Luis que de todos. Será de choros, será…
Y sigue esta angustia que me está matando. ¿Si todo está en paz por qué este mal presentimiento?... Ahí está la noviecita de mi hijo. Pero no le voy a abrir la puerta. ¡Mira cómo viene vestida! Ya no hay pudor ni decoro…
Me voy a hacer la loca y a seguir leyendo el periódico. ¡Que se frunza! ¡Qué se vaya la niña esa a echar varilla a otro lado!...
¿Qué es esto? Mira lo que dice el periódico: “Los travestistas exigen sus derechos” ¿Sus derechos? Y los derechos de una ¿Dónde están?…
No se me quita este susto. ¡Qué no le pase nada a mi negro! ¡Virgencita atiéndeme!... No hombre… No le puede pasar nada. Yo sin mi Perucho estaría frita ¡Ni seguro tenemos!... Este sustico… Este salto en el pecho…Una angustia…Me voy a tomar un tilito…
Me parece que llegó Perucho… ¡Menos mal!.. Ya llegó el marido por lo menos, ahora faltan los pollos. Es que hasta que no los tenga a todos en casa no me puedo quedar tranquila. Una no sabe, las cosas están tan malucas que ya ni teniéndolos en las narices están seguros…
Ajá…llegó Carlitos…falta la niña y estamos en paz hoy…
A ver con qué cuento me llegan porque seguro alguna vaina les pasó. Uno nunca sale ileso en estos días. Me parece que escucho la camioneta de Jacinta con la niña… ¡Si, es!... bueno, estamos todos.
A prepararles la cena y… otro tilito a ver si se me va el sustico… ¡Hace falta paciencia señor!... ¡Qué Dios nos coja confesados
¿Qué será lo que va a pasar?
-¿Carlitos, cómo te fue? ¿Qué? ¿Otro libro?... ¡No puede ser! esa gente cree que esta familia es millonaria. Tendrás que esperar un poquito a ver si me pagan una torta de cumpleaños que hice hace tres días.
-¿Qué fue lo que te pasó Perucho que vienes con esa cara? ¿No me digas que se te reventó la transmisión? Pero, ¡Ese carro tuyo es una carcacha!... Bueno hombre, no te aflijas. Saca los reales de lo del teléfono…Ya se verá, con el carro comemos y con el teléfono no.
-Y tu m’hija, estás pálida… ¿Cómo que te me estás enfermando?... Ya te voy a dar un té y una pastillita, esa es la virosis que anda por ahí. Bueno, lo importante es que estamos todos en casa sanos y salvos…
Este sustico, es que es como un presentimiento que algo malo va a ocurrir ¡Ay diosito protégenos y que nada malo pase!


Aida Beccaria

No hay comentarios:

Publicar un comentario